¿Existe una sociedad sin conocimiento?
En los últimos años del siglo XX el mundo laboral enfrento cambios fundamentales. La produccióndinámica global de las empresas introdujo enormes transformaciones en los campos: tecnológico, institucional, organizacional e individual.
Entonces ¿de qué se trata la sociedad del conocimiento?
La noción de la sociedad del conocimiento parece ser una manera entre otra de formular una hipótesis coherente para explicar fenómenos.
Los cambios en el mundo del trabajo
De la sociedad “asalariada” a la sociedad del empleo atípico y del trabajador “reflexivo”
La sociedad asalariada no se trata de atribuir a la sociedad un valor formativo, si no de construir un ideal-tipo en el sentido weberiano del término.
Por sociedad asalariada se entiende a las sociedades industrializadas que conocieron un modo dominante y particular de empleo que prevaleció hasta el fin de los años sesenta.
Durante los años 1945-1975, en esta época, el trabajo y salario de la mujer se consideraba como salario adicional, es hasta los sesenta cuando las mujeres comienzan a invadir masivamente el mercado laboral, ya que es en este momento cuando la sociedad asalariada se encuentra fuertemente integrada y con normas.
Es aquí cuando el trabajo se vuelve en el factor principal de construcción de identidades individuales y colectivas, un factor más importante que la escuela.
Además de ser considerado como un ingreso, este proporciona una protección contra los riesgos de la vida, un medio de pertenencia, un estatus social.
El derecho al trabajo y las seguridades sociales, concebidas sobre el modelo de empleo asalariado de tiempo completo, se vuelven inadecuadas para responder a los problemas que resultan del desempleo estructural y las formas atípicas de empleo.
El modelo ternario de las edades, en el cual la juventud es igual a formación, edad madura a empleo regular, y vejez a jubilación inactiva, no existe más.
La edad madura es cada vez menos la del empleo regular de tiempo completo y cada vez más la de combinación de muchas formas de trabajo, a través de la cuales cada uno trata de encontrar un ingreso, un mínimo de protección y ocupación que tenga sentido.
Encontramos el desmoronamiento del modelo clásico de sociedad, al declive de la sociedad vista individualismo basado en la fragmentación de los modos de vida de los trabajadores y la pérdida de importancia del mundo del trabajo en la conformación de subjetividad.
El trabajar ya no se concebía como el cumplimiento de normas de un sistema social, sino como las estrategias de los actores relativamente libres y responsables de construir las normas y el significado de su aplicación.
Entonces surge un trabajador nuevo, el de la sociedad reflexiva. Este trabajador se reencuentra en el centro del análisis puesto que es el productor del sentido de su trabajo, de sus estrategias de acción, dentro de una ambiente institucional y organizacional que evidentemente estructura su campo de posibilidades pero también le permite expandir sus iniciativas y su libertad.
En la realidad los mundos ideales-típicos, son el resultado de la acción de las personas.
Esta tipología nos permitirá introducir la cuestión de los cambios en el mundo del trabajo y de las nuevas competencias de los trabajadores con relación al desarrollo de una sociedad del conocimiento, la cual justamente llama cada vez más a los trabajadores calificados y competente, reflexivos dentro del marco de las organización de producción donde prevalecen los mundos interpersonales e inmateriales, por lo tanto los conocimientos especializados y dedicados a la fuente de las innovaciones.
Un nuevo papel para el Estado
El papel de agente de acción colectiva, es llevar a cabo sus transiciones en condiciones relativamente aceptables y equitativas para la mayoría de los ciudadanos.
Se ha señalado que la sociedad asalariada comenzó a deshacerse durante los años setenta, el papel comenzó a transformarse, el estado se volvió mucho más activo
Es entonces cuando se crean algunos comités, y la creación de estos representa la transformación de la acción del estado, que durante los últimos años ha pasado de la perspectiva providencialista de acceso a los programas compensatorios de seguridad social hacia las medidas de ayuda al incremento de la competitividad de la economía nacional, donde se cree que aumentara el empleo en cantidad y sobre todo en calidad.
El empleo en una encrucijada: ¿Hacia la precariedad, la economía social o la sociedad del conocimiento?
El surgimiento de la sociedad de la precariedad no representa más que una cara de las consecuencias de la decadencia de la industria, como consecuencia es el incremento de los servicios y el cambio de la estructura de las ocupaciones.
Se observa el relativo incremento de trabajadores calificados, técnicos e ingenieros, y cuellos blancos, al mismo tiempo que el incremento de los empleos precarios.
Se pretende estimular la una recalificación constante de la mano de obra joven con miras a entrar, lo antes posible en un mercado laboral caracterizado por una economía del conocimiento.
Conclusión
Una Sociedad del Conocimiento es una sociedad con capacidad para generar, apropiar, y utilizar el conocimiento para atender las necesidades de su desarrollo y así construir su propio futuro, convirtiendo la creación y trasferencia del conocimiento en herramienta de la sociedad para su propio beneficio.
En la sociedad del conocimiento y del aprendizaje, las comunidades, empresas y organizaciones avanzan gracias a la difusión, asimilación, aplicación y sistematización de conocimientos creados u obtenidos localmente, o introducidos del exterior. El proceso de aprendizaje se potencia en común, a través de redes, empresas, gremios, comunicación inter e interinstitucional, entre comunidades y países. Una sociedad de aprendizaje significa una nación y unos agentes económicos más competitivos e innovadores; también eleva la calidad de vida a todo nivel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario